sábado, 30 de abril de 2011

Se desmarca, pasa y.... GOL!

La vida es como un partido de fútbol puedes ganar, perder o empatar. El tiempo transcurre aunque tú no lo quieras, el reloj no se para y los noventa minutos transcurren serenos y pacientes. Has de jugar, quieras o no. Seguramente harás trampas, alguna vez fingirás una caída pero también habrá momentos en los que te alces fuerte y victorioso tras marcar un gol, o instantes en los que calcules jugadas en tu mente mientras escuchas los vítores y aplausos. Pero sigues jugando… Discute las normas con el árbitro, grita a tus compañeros alguna palabra de ánimo, y en alguna ocasión recoge del suelo a tu adversario. Atiende tus heridas tanto las sangrantes como las superficiales, juega rápido, y con toques de riesgo atrévete a pasar el balón y a crear algún pase perfecto. Saca de banda o de córner, pero saca con furia y a la vez dulzura. Juega con la furia del león cada uno de tus noventa minutos, no esperes un descanso, no dividas tu partido, no esperes a la prórroga para empezar a correr. Simplemente juega tu partido como si no hubiera mañana, hasta que escuches como el silbato suena tres veces. Y entonces digan: Fin del partido. 

martes, 19 de abril de 2011

Vértigo.

¿Quién no tiene miedo a los retos?
 Esos muros que en un principio parecen insuperables, demasiado altos y es tan doloroso mirar hacia arriba y creerte demasiado pequeño. El sol desnuda tu rostro.
Te miras en el espejo, pero el reflejo que te mira no eres tú. Solo es la sombra de ti, que se encuentra atemorizada y escondida. El muro se hace cada vez más grande, y tu mirada se pierde en cada uno de sus ladrillos, que para ti representan una razón para no saltarlo..

Como el muro es tan grande, no vemos lo que hay detrás pero si podemos imaginarlo y solo eso nos da la fuerza y el coraje que son necesarios para llevar a cabo la mas hermosa de las acciones: soñar.

Y ahora es el momento, en el que te impulsas y comienzas a mirar al sol con furia hasta que llegas a la zona más alta de tu muro te balanceas mientras tarareas esa odiosa canción, y al mirar hacia abajo la altura te da vértigo, mareas y comienzas a sentir un inmenso temor dentro de tu corazón... Te has aventurado a esta situación, todo está muy claro pero no lo entiendes así que cierras los ojos y con fuerza saltas al vacío.
El miedo que te corroe parece ser transformado en adrenalina que comienza a acelerar tu corazón.. 

Ahora que estas al otro lado, tu muro parece bastante pequeño y solo ves el infinito que se despliega ante ti, y descubres que las vistas con fantásticas. 
Respiras aire fresco y sigues andando por la vida.


camarero: ¿Una taza de felicidad y valentía?
TÚ: Sí, con una cucharada de fuerza.