lunes, 28 de febrero de 2011

Aunque quede muy arriba, el cielo es tuyo.

Estás cayendo por el precipicio, sintiendo como se muere tu alma lentamente, pero quizás ese no sea el final.
Retoma el vuelo, encuentra tus alas y empieza a volar...
Toca tus apoyos, y siéntelos. Muéstrate flexivo y soñador ante un mundo de posibles sueños... entrégate a la felicidad.

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